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Si te acabas de iniciar en el mundo de las cachimbas este artículo te vendrá la mar de bien. Bueno, y si ya llevas un tiempo seguro que también. Desde La Cachimba vamos a contarte cuál es la mejor manera para preparar tu cachimba antes de empezar a fumar. Nuestro objetivo es que aproveches al máximo tu shisha y saques el máximo rendimiento a tus tabacos o fumables y puedas tener una experiencia de 10.
La limpieza, fundamental antes de usar tu cachimba
La limpieza es una de las partes más importantes no solo para disfrutar adecuadamente de tu cachimba, sino para poder conservarla de la mejor manera posible. Lo conveniente es que, una vez hayamos terminado de usarla en un momento determinado, la limpiemos tal y como te contamos en este artículo. Aún así, es recomendable que volvamos a revisar nuestra cachimba para asegurarnos de que se limpió correctamente y que no tiene ningún olor raro.
Una vez comprobado que nuestra hookah está lista para usar, incorporamos el agua. Para ello, debemos tener en cuenta la altura de nuestra cachimba para echar la cantidad de agua adecuada e intentar que el tubo de inmersión de la shisha quede totalmente sumergido unos centímetros.
Escoger la mejor cazoleta
Elegir la cazoleta adecuada también influye en un aprovechamiento adecuado y óptimo de nuestra shisha. Cada persona tiene sus gustos a la hora de fumar cachimba, por lo que deberás probar para conocer cual es tu tipo de cazoleta ideal. Una vez decidido si prefieres fumar con Phunnel o bien con Tradi, deberás elegir el diseño de cazoleta que más te guste. Puedes echar un vistazo a la amplia gama de cazoletas disponibles en nuestra web.
Por otro lado, si vamos a optar por un tabaco clásico, la opción más recomendable es la de una cazoleta tradicional acompañada por una carga semi aireada. Con esto conseguimos que el calor penetre de una manera homogénea y el tabaco o el fumable se cueza de manera progresiva.
Una vez elegida nuestra cazoleta, colocamos el tabaco en la cazoleta. Es fundamental que el fumable que vayamos a usar esté totalmente suelto y bien desmenuzado y manipulado. De esta forma conseguiremos un mayor rendimiento del producto.
Papel de plata, el gran aliado
El papel de plata se debe usar sobre todo para tener el calor adecuado. El grosor del aluminio será importante a la hora de calentar nuestro tabaco. Para una mejor combustión, recomendamos hacer agujeros pequeños y así evitar que la ceniza se caiga con mayor frecuencia. Puedes elegir entre formatos de aluminio tradicionales (rollo de aluminio) u hojas de aluminio precortado que te facilitarán la tarea.
Si estás utilizando un tabaco seco haz más de lo normal para obtener un mayor flujo de aire en la cazoleta. En cambio, para los tabacos más húmedos es mejor hacer menos agujeros, ya que tardan más en prender. De esta forma, reduciremos la entrada de aire en la cazoleta favoreciendo a su vez una mayor y mejor concentración del calor.
Llegó la hora del calor
Dependiendo del tamaño de nuestra cazoleta, pondremos una cantidad de carbón u otra, pero lo normal es usar entre dos y tres piezas, en función de si usamos gestor de calor o no. Para que el carbón se prenda bien y consigamos la mejor gestión del calor, es fundamental que vayamos rotándolo por todos los lados.
Hay muchas formas de utilizar el carbón con la cazoleta. Una opción es poner el carbón directamente sobre el aluminio tensado de la cazoleta. Es una opción menos recomendada a no ser que el aluminio tenga un grosor adecuado o que utilices doble capa. Otra opción es la utilización de un gestor de calor, de los que hay muchos y diferentes entre ellos. Nosotros recomendamos dos de los más vendidos del mercado: el Provost y el Kaloud.
Por lo general, lo óptimo es que utilices un buen carbón natural para que la experiencia y la fumada sea plena. Asimismo, si te encuentras en exteriores y no cuentas con un hornillo de gas, otra de las opciones es recurrir a un carbón de encendido rápido. En este caso, desde lacachimba te recomendamos el uso de Fast Coco, un carbón natural que no necesita hornillo para encenderse, ya que puedes calentarlo en menos de un minuto con un mechero.
Este es el paso final para disfrutar por fin de tu hookah al 100%. Es fundamental que a medida que vayas fumando, compruebes la cantidad de calor que se va proporcionando para evitar picores y que no termine siendo una experiencia desagradable. Y sobre todo, la purga constante durante la fumada hará que la experiencia sea mucho mejor.